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¿Cómo podemos controlar nuestras emociones una vez entendemos qué son específicamente?
El paso más importante para controlar tus emociones es entenderlas bien. Por ello, si no has leído aún la primera parte de este artículo, sugiero que lo hagas. Una vez hemos entendido la emoción, es hora de encontrar su antídoto. Vale aclarar que bajo ninguna circunstancia debemos justificar lastimarnos a nosotros mismos o a alguien más por el hecho de sentirnos mejor. El antídoto es aquello que suavice los síntomas que nos cause la emoción inicial.
¿Qué haces cuando te duele la cabeza? Estoy segura que inmediatamente pensaste en un tipo de pastilla, en tomar una siesta o en distintos remedios naturales. Ahora, ¿qué haces cuando te sientes impotente? ¿Y cuándo sientes menosprecio? ¿Qué haces cuando sientes ira? Que no nos gusten las emociones negativas, no significa que estas sean malas. Lo que es malo acerca de las emociones negativas es no saber qué hacer con ellas. Por eso, dedica el tiempo que necesites para identificar que suaviza los síntomas de cada una de ellas.
Las acciones que tomes para suavizar tus emociones no necesitan ser grandes, caras o trascendentales. Pueden ser soluciones tan simples como tomar una ducha caliente, pedir pizza y ver películas. La idea es que indagues dentro de ti lo suficiente para poder encontrar tu antídoto para cada emoción. Al final tu tienes la respuesta, solo debes darte el espacio y el tiempo suficiente para encontrarla.
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