Racional versus emocional.

Me encontré hace poco en una plática en la que debatíamos qué era más importante, si nuestro lado racional o emocional. Para mi sorpresa, con quien estaba dialogando me dijo que lo emocional no era relevante y que creía que lo importante era ser racional. Hablemos ahora acerca de la importancia que tiene su equilibrio en nosotros.

En 1995, el Dr. Keith Stanovich en conjunto con un grupo de colegas descubrieron algo bastante peculiar: las personas con un IQ promedio superaban en un 70 % a las personas con un IQ sobresaliente. Décadas de estudios ahora prueban que el factor que diferencia esto es la inteligencia emocional. Esta es el balance entre la mente racional y emocional; representa la capacidad de unir ambos y usar las emociones para facilitar la razón. Es tener consciencia, control y manejo de nuestras emociones. En cambio, la inteligencia racional es nuestra habilidad para construir modelos mentales que expliquen el mundo a nuestro alrededor.

Ambos términos ahora son usados como adjetivos para describir ciertas características en nuestro comportamiento. Las personas “emocionales” tienden a hacer evidente rápidamente lo que sienten a través de gestos, conversaciones y reacciones. Las personas “racionales” pueden racionalizar antes de actuar o reaccionar, pero pueden ser personas inexpresivas, frías y poco empáticas.

Estas son características paralelas, pero a su vez tan diferentes; ambas son importantes y merecen respeto en el contexto en el que sean manejadas. Lo ideal es encontrar un equilibrio entre ambas para así incentivar un crecimiento integral en nuestras vidas y poder manejarla con las herramientas correctas.

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