¿Recuerdan aquella animación en las caricaturas en las que el personaje principal platicaba con un lado bueno y malo de sí mismo? Platiquemos acerca de cómo estas dualidades se manifiestan en vida real y de qué manera podemos manejarlas.
Es completamente humano vivir ambigüedades a la hora de tomar una decisión. Puede que muchas veces estemos seguros de lo que estamos por decidir y otras no. En momentos como estos es cuando en las caricaturas representan al personaje principal platicando con una entidad positiva y otra negativa. ¿Cuántas veces nos hemos sentido así? Dialogando por horas acerca de las ventajas y desventajas de algo que no nos termina de convencer.
En la vida real una de estas perspectivas representa el lado emocional, mientras que su contraparte, el lado racional. Aunque muchas veces nos identifiquemos con uno de ellos, es normal que nos veamos frente a una decisión que nos rete. Ahora, ¿de qué manera creen que podemos encontrar un punto medio entre ambos? Para comenzar, lo importante es reconocer que ambas perspectivas están en lo correcto. Recordemos que sea lo que sea que sintamos o pensemos, es válido y merecedor de nuestra atención.
Al reconocer lo que estamos sintiendo o pensando, es importante extraer la intención positiva de cada perspectiva. Es decir, qué es lo que creemos ganar de cada lado de la moneda. Entonces, al tener claridad acerca de la composición de cada una de ellas, es hora de encontrar un punto medio negociando entre ellos. Es justo tomar nuestro tiempo para que cada lado comprometa un poco de sí. Poco a poco apreciaremos cómo el límite entre ambos lados se disipará e irá creándose una realidad nueva, tomando lo mejor de cada contraparte.
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